Irizar nace en 1889 y es su fundador, el emprendedor guipuzcoano José Antonio Irizar, quien decide evolucionar desde la fabricación de herrajes para carruajes al mundo del transporte de pasajeros.
A finales del siglo XIX, la empresa familiar imprime su sello perfeccionista y se dedica con mimo a la fabricación de elegantes carruajes y diligencias, una labor que desarrolló durante casi tres décadas.
1928
Carrozado del primer autocar
Durante los años veinte se gestaba la paulatina sustitución de la tracción animal por el decisivo desarrollo de los vehículos a motor y en este contexto de transformación en el mundo carrocero, en 1928 se fabricará el primer autocar Irizar con tracción mecánica, un vehículo de 22 plazas carrozado a partir de un chasis adquirido por el cliente Julián Apaolaza en Francia. Su curioso capó denominado cocodrilo lo convirtió en uno de los vehículos más populares de la época.